Podría haber heredado la capacidad matemática de mi padre, o su dentadura perfecta, o tantas otras cosas. Sin embargo, gracias a la genética, a los dos nos gusta leer caminando.
Puede sonar peligroso, pero no lo es en absoluto si se respetan algunas normas básicas: hacerlo sólo en calles peatonales, prestar especial atención al sonido ambiente y que no llueva.
Bueno, pues iba yo leyendo este haiku de Benedetti,
"las plantas oyen.
si uno las lisonjea,
se hinchan de verde"
cuando levanté la viste y me encontré cara a cara con el poema.
lunes, febrero 05, 2007
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5 comentarios:
hola, adios, un beso.
...no imagino mejores palabras para una planta que te ve pasar...
...acaba de lanzar un beso! Aún le salen corazones de la mano.
dulcearoma, con la oreja pegada a a la flor.
Pues si el haiku hubiera tenido una sílaba más te podías haber comido la maceta. ;-)
Beijo.
Cuidadín con los pasos de peatones y las lecturas... en los yunit-esteits ya proponen prohibir los iPods por la calle: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/senador/Nueva/York/propone/prohibir/iPod/movil/peatones/crucen/calle/elpepuint/20070208elpepusoc_3/Tes
es cierto, debí especificar que hay ciertos lugares en los que no es muy recomendable leer caminando... y por lo que veo tampoco caminar escuchando!
Lo que deberían prohibir son los sonidos de sirenas (ambulancia, etc.) en las canciones. Cada vez que oigo una mientras voy conduciendo tengo que apagar la radio para asegurarme de que no es en directo.
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