
sí, es cierto, pasé muchos años en un colegio religioso. será por eso que cuando miro mi mano no puedo dejar de ver a una monja en mi dedo





Está así de feliz porque con un invierno tan caluroso como éste, ha tenido muy pocas ocasiones de salir de su escondite...
¡Gracias por encontrarle, normal y corriente!
Podría haber heredado la capacidad matemática de mi padre, o su dentadura perfecta, o tantas otras cosas. Sin embargo, gracias a la genética, a los dos nos gusta leer caminando.