Perdonad que hoy le tome prestadas las palabras a Wislawa Szymborska pero no se me ocurre mejor manera de dedicarle un post a los desconocidos:
Gente con la que te cruzas a diario, compartes vagón de metro y por mucho rato que estés descodificando su cara, habrás olvidado al minuto de haber salido del tren.
Gente que puebla las calles para que no estén vacías del todo…
Gente anónima.
(Y por favor, que lo siga siendo)
AGRADECIMIENTO
Debo mucho a quienes no amo.
El alivio con que acepto
que son más queridos por otro.
La alegría de no ser yo
el lobo de sus ovejas.
Estoy en paz con ellos
y en libertad con ellos,
y eso el amor ni puede darlo
ni sabe tomarlo.
No los espero
en un ir y venir de la ventana a la puerta.
Paciente
casi como un reloj de sol
entiendo
lo que el amor no entiende;
perdono
lo que el amor jamás perdonaría.
Desde el encuentro hasta la carta
no pasa una eternidad,
sino simplemente unos días o semanas.
Los viajes con ellos siempre son un éxito,
los conciertos son escuchados,
las catedrales visitadas,
los paisajes nítidos.
Y cuando nos separan
lejanos países
son países
bien conocidos en los mapas.
Es gracias a ellos
que yo vivo en tres dimensiones,
en un espacio no-lírico y no-retórico,
con un horizonte real por lo móvil.
Ni siquiera imaginan
cuánto hay en sus manos vacías.
"No les debo nada",
diría el amor
sobre este tema abierto.
De "El gran número" 1976
2 comentarios:
especialmente dedicado a todos los que seguimos trabajando en verano en ciudades turísticas...
Me has roto los esquemas. La primera vez que lo leí, interpreté que estaba dedicado a los "sólo amigos".
Bueno, espero que no te dé por repartir caramelos azules en el metro. ;-)
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