miércoles, noviembre 08, 2006

rostros escondidos III

todos tenemos nuestras manias.
yo, por ejemplo, cuando entro a probarme ropa en una tienda no me quito ni los zapatos hasta que no me he asegurado que no hay ninguna camara filmando.

sabiendo esto, os podeis imaginar el agobio que siento cada vez que entro en la ducha y veo a este ser ahi, observandome con su mirada bizca

10 comentarios:

Anónimo dijo...

En cambio bien permites, quizás con agrado, que los desconocidos escudriñemos por aquí.

Alberto Ramos dijo...

Curioso (en más de un sentido) cruce entre Kirchner, Bowie y el protagonista de "Cortocircuito".

ariadna dijo...

Qué buen fisonomista, al!

Alberto Ramos dijo...

Y mejor persona. ;-)

Anónimo dijo...

aha! has cambiado la grafica. mira.

Becca. dijo...

Yo te entiendo, no te sientas rara y sola, yo jamás me pruebo los zapatos al comprarlos, y tengo miles, y extraña es la vez que me pruebo la ropa.
No me fio de los desconocidos.

ariadna dijo...

tal vez por eso tenemos miles de zapatos, por no probarlos ;)

Paula Yalú o Paula de Sebastián dijo...

Yo no puedo dormir con la puerta del armario abierta porque mi ropa me mira... y a veces me habla.

Anónimo dijo...

No volveré a ducharme tranquilo.

Anónimo dijo...

jejeje a mi me pasa con los coches... todos me recuerdan caras... enfadados, tristes, sonrientes...
Salud!