creo que si tuviera algo valioso contrataría este seguro. Lo que no sé, y me intriga, es dónde tienen guardada la mano gigante atrapa ladrones. Y dónde los aparca, ésa es otra...
Hay una escultura en el muelle del puerto. Son un hombre y una mujer sentados, con las piernas colgando sobre el agua. Ella mira hacia el horizonte, disimulando no saber que él la está mirando. Él está permanentemente atrapado en ese instante de duda, de indecisión, en el borde del precipicio. Está a punto de abrazarla. Por primera vez. Los dos lo saben. Los dos lo esperan. Pero él está atrapado en ese instante. Un segundo antes. Todavía puede tirarse atrás, o morirse de miedo y simular que estaba espantando moscas. Todavía puede pasar todo. O nada, porque en el fondo, son dos estatuas inmóviles en su movimiento. Pero cada vez que voy al muelle, secretamente, deseo que el abrazo sea más fuerte que la piedra.
a lo largo de mi vida he sido adelantada por todo tipo de vehículos: coches rápidos, lentos, bicis, niños en triciclo, caraduras, patinadores, viejecitas con bastón, hormigas, niños, listillos, aviones de papel... confieso que nunca me había sentido tan turbada como siendo adelantada por una casa en plena autopista.
me gustan las casualidades, ver bailar una hoja al caerse de un árbol, las burbujas de jabón, los cuadernos, las letras, el mumin, apretar botones, el mar...