
Bolsa de plástico llegó a la ciudad con una ráfaga de viento. Se enganchó con una rama seca de la pared y ahí ha estado unos cuantos días, moviendo su liviana tripa de aire.
Ayer por lo visto estaba cansada y se agarró con las dos asas a la rama. Hoy decidió cambiar de escenario.
Os aviso, está de gira. ¡No os la perdáis!