![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioAw0QUHqzwQXwEbBkjj2iBce9M_x1DylL59yutGs8y4ngvG2S6vIP-9p9YcKhDuNguEkAaG5uE_vc5989pToja7eGiBuawaciEYGH9RuRYVeQeWmDzIhg4lL9eaMR2zS20xHR/s400/cortina+03.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtmQeDOcvFn4QgiBtrSpkx7uMKyeCfTxzu4Dwvlgu124TWimRzhW51Kmvu3IpLMKv8rXuv6OPqkc7UXr1zkIcsTMXc4pyWs5jKdg5PUTgDKP-qXf7GVWCD1_eULZb1CZuUjUlX/s400/cortina+02.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMR5Q9-SiDiB9xDVEWhs7i2_meu6wk76umTMwA-x4s5zSBbq3Hp7dQ__1lKj_6nc1p5Se1LPqPzHLO2vczDrGx8Csa_2OjXgAoz5vTkFyq9LqBtfpnhLSGPfVq8vFCmhZhpoEs/s400/cortina+01.jpg)
la verdad, ni siquiera suelo pensar en ellas: son de esas cosas casi invisibles a las que uno no presta demasiada atención.
pero cuando mi madre me regaló esta maravilla (hecha a mano con todo su amor y paciencia, después de meses guardando, clasificando y cortando botellas de plástico de colores), supe que ésta era una cortina feliz. no me cabe la menor duda.
y yo no puedo evitar sonreír cada vez que la veo y salir corriendo a abrazar a mi madre.